miércoles, 11 de marzo de 2009
Día Internacional de la Mujer Trabajadora
Como todos sabeis, el domingo 8 de marzo fue el Día Internacional de la Mujer Trabajadora o Día Internacional de la Mujer.
En este día se conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo integro como persona. La idea de un día internacional de la mujer surgió al final del siglo XIX en plena revolución industrial y auge del movimiento obrero, es decir, con la incorporación de la mujer al mundo laboral. Hoy en día las cosas han cambiado bastante (sobre todo en países desarrollados como el nuestro), pero todavía queda camino por recorrer y es importante seguir luchando.
Pero tranquilos que esta entrada no trata de ser una proclama feminista ni nada por el estilo, sólo quiero plantearos algunas cuestiones que me han venido estos días a la mente al hilo de la celebración de este día y de las que me gustaría saber vuestras opiniones:
1. ¿Cómo se ha llegado a que la mujer esté en situación de desigualdad en nuestra sociedad?
No tengo grandes conocimientos de historia pero según tengo entendido, uno de los mayores retrocesos probablemente tuvo lugar en la Edad Media y sobre todo a raíz de las ideas propagadas por las jerarquías de las diferentes religiones monoteístas, como es el caso de la iglesia católica o el judaísmo.
¿Ha cambiado lo suficiente esa visión de la mujer por ejemplo desde la iglesia católica? Porque curiosamente el Vaticano sigue estando dominado por hombres... y sigue siendo un tema tabú el acceso de las mujeres al sacerdocio.
2. ¿Por qué no hay también un día internacional del hombre?
Sí, sé que muchas van a saltar y decir que es que el resto del año es de los hombres o que ellos no lo necesitan. Pero es que yo creo que mientras sigamos teniendo necesidad de hacer un día especial de la mujer y sobre todo mientras sigamos considerándonos el sexo débil y desprotegido, estaremos propiciando que exista discriminación por sexo.
Recibí hace poco una presentacion spam de esas con musiquita y fotos chulas que suelen contar lo mismo y muchas veces ni leemos, pero que en este caso venían algunas frases interesantes como:
- por cada mujer fuerte cansada de aparentar debilidad, hay un hombre débil cansado de parecer fuerte
- por cada mujer cansada de tener que actuar como una tonta, hay un hombre agobiado por tener que aparentar saberlo todo
- por cada mujer cansada de ser calificada como emocional, hay un hombre a quien se le ha negado el derecho a llorar y ser delicado
- por cada mujer catalogada como poco femenina cuando compite, hay un hombre obligado a competir para que no se dude de su masculinidad
- por cada mujer cansada de ser un objeto sexual, hay un hombre preocupado por su potencia sexual
- por cada mujer que desconoce los mecanismos del automóvil, hay un hombre que no ha aprendido los secretos de la cocina
Creo que a veces tenemos tan inculcado que la mujer es débil y el hombre es fuerte que nos olvidamos de que todos somos personas y que también puede haber mujeres fuertes y hombres débiles. Y no pasa nada por ello, en el fondo todos somos iguales y necesarios, unos con unas capacidades y otros con otras.
3. ¿Discriminación positiva para ayudar a las mujeres?
Estoy de acuerdo en que a veces es necesario hacer una cierta discriminación positiva a favor de los más desfavorecidos (sean del tipo que sean) para darles una cierta ventaja de partida y que se puedan poner al mismo nivel. Y por tanto que haya ayudas para mujeres, para que tengan más formación, más facilidad para poder tener hijos y reincorporarse al mercado laboral tras una ausencia por cuidado de hijos o familiares (que queramos o no, al final recae casi siempre en las mujeres de la familia). Y, por supuesto, creo que es necesario controlar que en ningún caso se haga discriminación por razón de sexo a la hora de contratar o que haya diferencias salariales entre hombres y mujeres ante un mismo trabajo o responsabilidad (aunque esto ya no es discriminación positiva, sino simplemente un control de condiciones laborales).
Pero hay que tener cuidado con las medidas que se toman porque... ¿es por ejemplo una solución hacer que el número de ministras sea igual al de ministros "por ley"? Porque estoy convencida de que hay muchas mujeres tan o más válidas que hombres y que deben estar en cargos directivos y ministeriales, pero si "sólo" vamos a estar en esos puestos para cumplir cuotas y no por méritos propios, ¿de qué servirá?
¿no nos desacredita más que nos ayuda una medida así?
¿Un ministerio de la igualdad? Yo diría más bien "ministerio de la mujer" a la vista de sus propuestas... ¿Realmente es necesario? Porque precisamente lo último que he oído de ese ministerio era para promover el aborto libre y que una "niña" de 16 años pueda decidir abortar sin permiso de sus padres. No sé, me parece que hemos perdido un poco el rumbo del feminismo y de la igualdad si esa es su principal misión...
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Muy interesantes tus planteamientos feministas.
ResponderEliminarLa verdad es que yo no comprendí verdaderamente el término "feminismo" hasta que leí a una de su pioneras defensoras: Simone de Beauvoir en su obra "El segundo sexo". Y bien es verdad ,que como dices, se ha perdido el rumbo de ese feminismo defensor de la igualdad, por un feminismo de cuotas, de márketing, de polítiqueos baratos,...
Me ha gustado mucho tu post. Gracias
De acuerdo plenamente contigo. Pienso que muchas mujeres (hombres también) han perdido completamente el norte con este tema. Yo estoy redicalmente en contra de los sistemas de cuotas, del abuso de concesión de derechos, de la injustificada protección basada en una supuesta debilidad...
ResponderEliminarEn fin, pensando en lo que se ha convertido la lucha por la "igualdad" algunas veces me entran náuseas.
Intento responder brevemente a tus preguntas:
ResponderEliminarPrimero decir que, en mi opinión, creo que las mujeres no tienen nada por lo que luchar en el ámbito laboral.
1- La situación de desigualdad es consecuencia muy lógica de que los hombres y las mujeres somos totalmente distintos. Un elemento diferenciador clave es la maternidad, que ha condicionado de siempre los roles familiares.
2- El Día de la Mujer es una imbecilidad feminista que prueba lo acomplejadas que están muchas mujeres. Lo que deberían hacer es reflexionar hasta qué punto es compatible cumplir como madre y como profesional sin que ninguno de estos ámbitos se resienta, y después priorizar.
3- Las medidas de discriminación positiva son una vergüenza y una injusticia grave. A muchas mujeres se les tendría que caer la cara de vergüenza sabiendo que son contratadas por las ventajas de cotización, cuotas, etc. No soy partidario de medidas tendentes a conciliar lo inconciliable. A ver si nos enteramos de que las empresas privadas no son ONG´s y que es perfectamente comprensible que no se quiera contratar a mujeres en ciertas situaciones y que es ridículo que el Estado se ponga a incentivar esas contrataciones a golpe de subvención o de beneficio. Esto es falsear la realidad profesional, tratar a las mujeres como unas ínútiles y agraviar a los trabajadores varones.
Estoy de acuerdo con el resto de tus reflexiones sobre el feminismo.
"Imaginemos una carrera en la que a algunos corredores se les ha asignado una pesada carga porque pertenecen a un determinado grupo. A causa de este ‘handicap' el corredor medio con carga quedará rezagado del corredor medio sin carga, aunque algunos corredores con carga adelantarán a algunos corredores sin carga. Ahora supongamos que alguien agita una varita mágica y que las cargas desaparecen de las espaldas de todos los corredores. Si los dos grupos de corredores son iguales en capacidad, la principal diferencia entre los grupos con carga y sin carga deja de aumentar, pero aquellos que sufrían por la discriminación previa nunca se equipararán. Si se pudiera pasar el relevo a sus hijos, no habría igualación de la carrera ni siquiera a través de generaciones. La carrera sólo podría volverse limpia si cada uno fuera obligado a parar y comenzar de nuevo en la misma línea de salida, si todos los que no llevaban carga fueran obligados a cargar peso hasta que las diferencias en el promedio de ejecución de grupos desaparecieran o si quienes habían sufrido desventajas en el pasado recibieran privilegios especiales hasta que se equiparasen." Lester Thurow
ResponderEliminarQuerido Al Neri, disiento en lo que dice en su comentario. Sólo tiene que mirar los datos estadísticos para darse cuenta de que todavía queda mucho por lo que luchar en el ámbito laboral para que haya igualdad entre hombres y mujeres. Y aunque es complicado y por supuesto no se puede estar al 100% en todos los ámbitos (¡ojo, tampoco creo que los hombres pueden dar el 100% a sus familias si están al 100% a su trabajo!), veo perfectamente compatible ser madre y profesional en el trabajo. Lo que hay que saber es diferenciar ámbitos y que una de las partes no invada a la otra.
ResponderEliminarMi entrada iba en la línea de lo comentado por JLPA. Yo creo que los movimientos feministas son necesarios, como por ejemplo también son necesarios los movimientos ecologistas por mucho que todos seamos conscientes de que es necesario cuidar el medio ambiente. Y, aunque no conozco los detalles de su trabajo, seguro que están haciendo una labor estupenda porque todavía hay grupos de mujeres que realmente necesitan de esa ayuda externa y de esa discriminación positiva hacia ellas, como pueden ser las mujeres maltratadas o que por haber recibido menos educación o una muy reprimida se consideran inferiores a los hombres o se ven con más dificultades para desarrollarse en la sociedad.
El problema que yo veo es que lo que llega de los medios de comunicación, lo que se percibe en la sociedad, no es eso sino un feminismo barato de cuotas, de estrategias políticas para captar votos, etc. y una visión muchas veces victimista de las mujeres.