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jueves, 2 de julio de 2009

La mirada del Café





Sábado noche de junio, sentada con una amiga en una terraza frente a la Catedral vemos pasar a la gente. Es increíble, si no fuera porque es de noche parecería que son las 6 de la tarde, pero son casi las 2 de la mañana. Se nota que es verano en la ciudad, han terminado los exámenes y todavía no ha llegado agosto con la huída masiva de gente a la playa o al pueblo (la crisis, es lo que tiene). La terraza está también a rebosar: parejas jóvenes, algún matrimonio de mediana edad, grupos de amigos, nosotras...

- ¿Sabes que un escritor de Valladolid ha escrito una novela centrada en esta cafetería sobre un asesino en serie y donde aparecen personas que la frecuentan?, me dice mi amiga.

El caso es que yo lo desconocía y me pareció divertido estar allí sentada e imaginarme dentro de la novela intentando averiguar quién era el asesino (o la próxima víctima) de los allí presentes.

Así que he investigado un poco y hoy lo voy a compartir en este blog para los que tampoco hayan oído hablar de esa novela y por si alguien la ha leído y nos puede dar su opinión.

Se trata de la novela "La mirada del Café" (editorial El Libro Azul 2008) segunda novela de Juan Manuel Olcese (Valladolid, 1978) y publicada por la editorial palentina El Libro Azul. Está ambientada en Valladolid y el escenario escogido para la trama es el Café El Largo Adiós, más conocido como El Cafetín, en el que se desarrolla una historia donde se mezclan géneros y estilos literarios: neorrealismo, novela policíaca, y surrealismo.

"Hay asesinatos; jóvenes antisistema; amores que renacen; borrachos de tres al cuarto; situaciones surrealistas; ojos de poetas que brillan de melancolía...", explica el autor.

Se trata de un asesino en serie que, todos los días después de cometer los crímenes, se refugia en el Cafetín para perderse entre el anonimato. Los inspectores Cortázar y Ramírez son los encargados de resolver el caso pero se encuentran inmersos "en un mar de dudas" mientras la semana va pasando y el Cafetín "se convierte en un enigmático lugar donde el tiempo se congela, los amores renacen, los antihéroes campan a sus anchas, los ojos de los poetas brillan de melancolía y la vida se convierte en verso".

Su anterior novela, titulada 'El relevo' (editorial Cuatro y el Gato 2005), también se ambientó en un escenario típico de la ciudad ya que narraba la historia de un grupo de jóvenes nacidos en el barrio de Pajarillos.

martes, 5 de mayo de 2009

Personas ordinarias y extraordinarias (fragmento IV)



- (...) Yo no sostengo en absoluto que las personas extraordinarias deban irremisiblemente y tengan la obligación de cometer siempre todo género de desmanes, como usted afirma.
(...)
Yo aludía simplemente a que la persona “extraordinaria” tiene el derecho... o sea, no un derecho oficial, sino un derecho propio, de saltar por encima de ciertos obstáculos, y aun eso tan sólo en el caso de que así lo exija la realización de una idea suya, en ocasiones salvadora, quizá, para toda la humanidad.
(...)
A mi entender, si los descubrimientos de Kepler o de Newton, por los motivos que fueran, no hubieran podido ser conocidos, sino a costa del sacrificio de una persona... o de diez, o de ciento, de cuantas usted quiera poner... que fueran un estorbo para esos descubrimientos o que se alzaran como un obstáculo en su camino, Newton habría tenido el derecho, incluso la obligación, de eliminar a esas diez o a esos cien personas para hacer llegar sus descubrimientos a la humanidad entera. Lo cual no significa en modo alguno que Newton tuviera el derecho de matar a diestro y siniestro a quien quisiera o de robar a diario en el mercado. Hay más: recuerdo haber expuesto luego en mi artículo que todos... por ejemplo, los legisladores y los rectores de la humanidad, empezando por los más antiguos y siguiendo con los Licurgos, los Solones, los Mahomas, los Napoleones y demás..., todos sin excepción, fueron delincuentes aunque sólo sea por el hecho de que, al promulgar una ley nueva, violaban la antigua venerada por la sociedad y legada por los padres y, desde luego, no se detenían antes la efusión de sangre, si es que la sangre, a menudo totalmente inocente y derramada con valor por la ley antigua, podía serles útil.
(...)
Por lo que se refiere a mi diferenciación de las personas entre ordinarias y extraordinarias, estoy conforme en que es algo arbitraria. Yo sólo creo en mi idea cardinal; a saber: que los seres humanos en general se dividen por ley natural en dos categorías: una inferior (los ordinarios), o sea el material, digámoslo así, que sirve únicamente para la reproducción de su especia, y otra compuesta por los que tienen el don y el talento de decir algo nuevo en su medio.
(...)

- Y... ¿cree usted en Dios? Disculpe si soy indiscreto.


¡Vivir, como quiera que fuese, pero vivir! (fragmento III)



"A la mañana siguiente se despertó tarde, tras un sueño agitado que no lo había descansado. Se levantó bilioso, irritado, de mal humor, y consideró su habitación con odio. Era una jaula minúscula, de no más de seis pies de largo, y tenía un aspecto miserable con su papel amarillento y lleno de polvo colgando en jirones de las paredes.
(...)
Le dió el golpe precisamente en la mollera, a lo que contribuyó la baja estatura de la víctima. Enseguida, le hirió por segunda y por tercera vez, siempre con el revés del hacha y siempre en la mollera. La sangre brotó cual una copa volcada, y el cuerpo se desplomó hacia delante en el suelo. El se echó atrás para facilitar la caída y se inclinó sobre su rostro: estaba muerta. Las pupilas de los ojos, dilatadas, parecían querer salírsele de sus órbitas; la frente y la cara muequeaban en las convulsiones de la agonía.
(...)
¿Donde he leído -pensó Raskólnikov prosiguiendo su camino-, dónde he leído lo que decía o pensaba un condenado a muerte una hora antes de que lo ejecutaran? Que si debiera vivir en algún sitio elevado, encima de una roca, en una superficie tan pequeña que sólo ofreciera espacio para colocar los pies, y en torno se abrieran el abismo, el océano, tinieblas eternas, eterna soledad y tormenta; si debiera permanecer en el espacio de una vara durante toda la vida, mil años, una eternidad, preferiría vivir así que morir. ¡Vivir, como quiera que fuese, pero vivir! "

miércoles, 29 de abril de 2009

¿Ama a tu prójimo o a ti mismo? (fragmento II)



Si a mí, pongamos por ejemplo, me decían hasta ahora “ama a tu prójimo” y yo así lo hacía, ¿qué resultaba? Pues resultaba que yo partía mi levita en dos para darle la mitad al prójimo, con lo cual nos quedábamos ambos a medio vestir, haciendo honor al dicho ruso de que quien persigue a varias liebres a la vez no caza ninguna.

La ciencia, en cambio, dice: ámate a ti mismo antes que a nadie porque, en este mundo, todo se basa en el interés personal. Si te amas sólo a ti mismo, sacarás a flote tus asuntos y conservarás entera la levita.

La verdad económica, por su parte, agrega que cuanto más a flote marchen los asuntos personales dentro de la sociedad, o sea cuantas más levitas enteras haya, mayor número de puntales firmes tendrá esta sociedad y, por ende, mejor organizada estará la causa común. De modo que, dedicándome única y exclusivamente a mi prosperidad es como contribuyo a la prosperidad de todos y a que mi prójimo obtenga una parte algo mayor de la levita, y no ya en virtud de dones particulares, sino como consecuencia del acrecentado bienestar general.


lunes, 27 de abril de 2009

Un axioma ( fragmento I )



Estoy leyendo un libro cuyo argumento a grandes rasgos ya conocía por haber visto la película. pero que está resultando ser mucho mejor de lo que esperaba. Y es que está lleno de interesantes reflexiones que, a pesar del tiempo, siguen siendo aplicables hoy en día.

Voy a intentar ir poniendo algunos fragmentos a lo largo de esta semana... y bueno, al final seguro que adivinan de qué libro se trata sin que se lo diga. :-)

Aquí va el primero:


"Un hombre lo tiene todo en sus manos y, sólo por cobardía, permite que le pase todo por delante de las narices... Esto es un axioma... ¿qué es lo que más teme la gente, vamos a ver? Lo que más teme la gente es dar un paso nuevo, pronunciar una palabra nueva..."


sábado, 7 de febrero de 2009

El Kippel y la teoría de las ventanas rotas




"Se preguntó entonces si las demás personas que se habían quedado experimentaban el vacío de la misma manera. O bien, esto podría deberse a su peculiar identidad biológica, una degeneración determinada por su inepto aparato sensorial. Vivía solo en ese ruinoso edificio de mil apartamentos deshabitados que, como todos los demás, se derrumbaba de día en día en un deterioro entrópico creciente. Finalmente, todo lo que había en su interior se fundiría, sería
idéntico e irreconocible, mero desecho amorfo, kippel apilado hasta el cierlorraso de cada apartamento. Y después el edificio mismo perdería su forma y quedaría sepultado bajo el polvo ubicuo. En ese momento él, naturalmente, estaría muerto. Este era otro hecho que resultaba interesante prever mientras permanecía en esa lamentable habitación, a solas con el silencio mundial que imperaba omnipresente y sin pulmones."


¿Se han dado cuenta de que la mayoría de los edificios abandonados tienen ventanas rotas? El otro día pasaba por delante de uno y me comentaban lo que se conoce como Teoría de las ventanas rotas que yo desconocía. Según dicha teoría, si hay un edificio con una ventana rota y la ventana no se repara, se irán rompiendo más y más hasta el total derrumbe del edificio.

Lo he buscado en Google y dicha teoría está basada en el libro "Arreglando Ventanas Rotas: Restaurando el Orden y Reduciendo el Crimen en Nuestras Comunidades" de George L. Kelling y Catherine Coles. Se trata de un libro de criminología y sociología urbana publicado en 1996, que habla acerca del crimen y las estrategias para contenerlo o eliminarlo de vecindarios urbano.
Los ejemplos de partida son los siguientes:

"Consideren un edificio con una ventana rota. Si la ventana no se repara, los vándalos tenderán a romper unas cuantas ventanas más. Eventualmente, quizás hasta irrumpan en el edificio, y si está abandonado, es posible que sea ocupado por ellos o que prendan fuegos adentro.
O consideren un banco de la calle. Se acumula algo de basura. Pronto, más basura se va acumulando. Eventualmente, la gente comienza a dejar bolsas de basura de restaurantes o a asaltar coches."

Una buena estrategia para prevenir el vandalismo, dicen los autores del libro, es arreglar los problemas cuando aún son pequeños. En el campo criminal se han hecho bastantes intentos siguiendo esta teoría. Por ejemplo, la política de "tolerancia cero" de Giuliani fue parte de conjunto más amplio de reformas, muchas de las cuales, ya estaban avanzando desde 1985. Giuliani hizo que la policía fuera más estricta con las evasiones de pasaje en el metro, detuvo a los que bebían y orinaban en la vía pública y a los "limpia parabrisas" que limpiaban los vidrios de los coches y demandaban remuneración por el servicio. Las tasas de crímenes, menores y mayores, se redujeron significativamente, y continuaron disminuyendo durante los siguientes 10 años.

Esta teoría me ha recordado también al concepto conocido como kippel que aparece en un conocido libro de ciencia ficción del que he incluido un fragmento y cuyo título dejo que adivinen o investiguen.

La conclusión que podríamos sacar de todo esto es la importancia de prestar atención a los pequeños desperfectos que nos rodean, a ese kippel que aparece sin quererlo y se reproduce, e intentar arreglarlos o limpiarlo cuando aún es posible. Si no, terminarán de forma inevitable y sin que nos demos cuenta expandiéndose e invadiendo todo hasta que llegar a un estado sin vuelta atrás.

domingo, 25 de enero de 2009

Sueño dentro de un Sueño




¡Toma este beso en tu frente!
Y, en el momento de abandonarte,
déjame confesarte lo siguiente:
no te equivocas cuando consideras
que mis días han sido un sueño;
y si la esperanza se ha desvanecido
en una noche o en un día,
en una visión o fuera de ella,
¿es por ello menos ida?
Todo lo que vemos o parecemos
no es más que un sueño en un sueño.

Yo permanezco en el rugido
de una ribera atormentada por las olas,
y aprieto en la mano
granos de arena de oro.
¡Qué pocos y cómo se escurren
entre mis dedos al abismo,
mientras lloro, mientras lloro!
¡Oh Dios!, ¿no puedo yo estrecharlos
con más ceñido puño?
¡Oh, Dios!, ¿no puedo salvar
ni uno, de la despiadada ola?
¿Todo lo que vemos o parecemos
no es más que un sueño dentro de un sueño?


(Edgar Allan Poe)


P.D: Gracias S. por recordarme que el pasado 19 de enero fue el bicentenario del nacimiento Edgar Allan Poe y este poema.

domingo, 11 de enero de 2009

Un fragmento




¿A quién se refiere este fragmento?

Pero en medio de la libertad lograda se dio bien pronto cuenta de que ésa su independencia era una muerte, que estaba solo, que el mundo lo abandonaba de un modo siniestro, que los hombres no le importaban nada; es más, que él mismo a sí tampoco, que lentamente iba ahogándose en una atmósfera cada vez más tenue de falta de trato y de aislamiento.
Porque ya resultaba que la soledad y la independencia no eran su afán y su objetivo, eran su destino y su condenación, que su mágico deseo se había cumplido y ya no era posible retirarlo, que ya no servía de nada extender los brazos abiertos lleno de nostalgia y con el corazón henchido de buena voluntad, brindando solidaridad y unión; ahora lo dejaban solo. Y no es que fuera odioso y detestado y antipático a los demás. Al contrario, tenía muchos amigos. Muchos lo querían bien. Pero siempre era únicamente simpatía y amabilidad lo que encontraba; lo invitaban, le hacían regalos, le escribían bonitas cartas, pero nadie se le aproximaba espiritualmente, por ninguna parte surgía compenetración con nadie, y nadie estaba dispuesto ni era capaz de compartir su vida. Ahora lo envolvía el ambiente de soledad, una atmósfera de quietud, un apartamiento del mundo que lo rodeaba, una incapacidad de relación, contra la cual no podía nada ni la voluntad, ni el afán, ni la nostalgia.

viernes, 26 de diciembre de 2008

Hay una maldición: "Ojalá vivas en tiempos interesantes"


Por mi casa desde que todos somos "mayores" parece que Papá Noel pasa de largo. Pero ayer se dejó caer y apareció un regalito para cada uno. En mi caso, un libro de Terry Pratchett titulado "La luz fantástica".

Hasta hace cosa de un año no conocía a este autor, pero leer su libro "Tiempos interesantes" fue todo un descubrimiento, así que quiero compartirlo con ustedes.

Para los que no le hayan leído nunca, Terry Pratchett tiene un estilo muy peculiar de escribir lleno de ironía y guiños al lector. De momento he leído "Tiempos interesantes" y "Pies de barro" y en cada uno de ellos, de una forma "muy sutil, amena y divertida, consigue a través de un mundo imaginario llamado "Mundodisco" y unos personajes muy peculiares como el inepto mago Rincewind, hacer una parodia y reflexión del mundo real así como una crítica muy aguda de algunos hechos históricos.

En "Tiempos interesantes" nos lleva de turismo a Oriente, parodiando su historia, sus costumbres, su gente... y hechos históricos como la invasión de los mongoles (por Gengis Cohen en el libro) o la revolución comunista.

En "Pies de barro" por su parte nos lleva al mundo del judaísmo y los golems.

Si les he conseguido picar la curiosidad, pueden ampliar información en la página: La concha del Gran A'Tuin

Aquí van algunas citas de sus libros que aparecen en esa página:

- Sólo porque no sea agradable no significa que no sea milagroso.
- "Suerte es mi tercer nombre", dijo Rincewind. "Eso sí, mi segundo nombre es Mala".
- La selección natural se encargaba de que los héroes que, en un momento crucial, tendían a hacerse a sí mismos preguntas como '¿Cuál es mi propósito en la vida?' echaran a faltar muy rápidamente ambas cosas.
- Las últimas palabras de muchos señores antiguos han sido: "No puedes matarme porque llevo una armadura máaaargh". -- Las armaduras mágicas ya no son lo que eran.
- 'Conozco a las personas que hablan de sufrir por el bien común. ¡Nunca son ellos, joder! Cuando oyes a un hombre gritar: ¡Adelante, bravos camaradas!, verás que siempre es el que está detrás de la jodida roca enorme, y el único que lleva el casco realmente a prueba de flechas'.
- Nadie vivía una vida completamente intachable. No era del todo imposible, si uno se quedaba tumbado muy quieto en algún sótano, pasar un día entero sin cometer un delito. Pero por los pelos. Y aun así, lo más probable es que fuera culpable de holgazanear.
- "Pero tú lees muchos libros, estoy pensando. Es difícil tener fé, ¿verdad?, cuando se leen demasiados libros".