sábado, 7 de febrero de 2009

El Kippel y la teoría de las ventanas rotas




"Se preguntó entonces si las demás personas que se habían quedado experimentaban el vacío de la misma manera. O bien, esto podría deberse a su peculiar identidad biológica, una degeneración determinada por su inepto aparato sensorial. Vivía solo en ese ruinoso edificio de mil apartamentos deshabitados que, como todos los demás, se derrumbaba de día en día en un deterioro entrópico creciente. Finalmente, todo lo que había en su interior se fundiría, sería
idéntico e irreconocible, mero desecho amorfo, kippel apilado hasta el cierlorraso de cada apartamento. Y después el edificio mismo perdería su forma y quedaría sepultado bajo el polvo ubicuo. En ese momento él, naturalmente, estaría muerto. Este era otro hecho que resultaba interesante prever mientras permanecía en esa lamentable habitación, a solas con el silencio mundial que imperaba omnipresente y sin pulmones."


¿Se han dado cuenta de que la mayoría de los edificios abandonados tienen ventanas rotas? El otro día pasaba por delante de uno y me comentaban lo que se conoce como Teoría de las ventanas rotas que yo desconocía. Según dicha teoría, si hay un edificio con una ventana rota y la ventana no se repara, se irán rompiendo más y más hasta el total derrumbe del edificio.

Lo he buscado en Google y dicha teoría está basada en el libro "Arreglando Ventanas Rotas: Restaurando el Orden y Reduciendo el Crimen en Nuestras Comunidades" de George L. Kelling y Catherine Coles. Se trata de un libro de criminología y sociología urbana publicado en 1996, que habla acerca del crimen y las estrategias para contenerlo o eliminarlo de vecindarios urbano.
Los ejemplos de partida son los siguientes:

"Consideren un edificio con una ventana rota. Si la ventana no se repara, los vándalos tenderán a romper unas cuantas ventanas más. Eventualmente, quizás hasta irrumpan en el edificio, y si está abandonado, es posible que sea ocupado por ellos o que prendan fuegos adentro.
O consideren un banco de la calle. Se acumula algo de basura. Pronto, más basura se va acumulando. Eventualmente, la gente comienza a dejar bolsas de basura de restaurantes o a asaltar coches."

Una buena estrategia para prevenir el vandalismo, dicen los autores del libro, es arreglar los problemas cuando aún son pequeños. En el campo criminal se han hecho bastantes intentos siguiendo esta teoría. Por ejemplo, la política de "tolerancia cero" de Giuliani fue parte de conjunto más amplio de reformas, muchas de las cuales, ya estaban avanzando desde 1985. Giuliani hizo que la policía fuera más estricta con las evasiones de pasaje en el metro, detuvo a los que bebían y orinaban en la vía pública y a los "limpia parabrisas" que limpiaban los vidrios de los coches y demandaban remuneración por el servicio. Las tasas de crímenes, menores y mayores, se redujeron significativamente, y continuaron disminuyendo durante los siguientes 10 años.

Esta teoría me ha recordado también al concepto conocido como kippel que aparece en un conocido libro de ciencia ficción del que he incluido un fragmento y cuyo título dejo que adivinen o investiguen.

La conclusión que podríamos sacar de todo esto es la importancia de prestar atención a los pequeños desperfectos que nos rodean, a ese kippel que aparece sin quererlo y se reproduce, e intentar arreglarlos o limpiarlo cuando aún es posible. Si no, terminarán de forma inevitable y sin que nos demos cuenta expandiéndose e invadiendo todo hasta que llegar a un estado sin vuelta atrás.

4 comentarios:

  1. Como teoría criminológica, me parece fantástica y la comparto íntegramente. Yo también estoy a favor de la tolerancia cero en el ámbito penal. De hecho soy partidario de una leve desproporción entre delito y pena en los casos de pequeñas faltas para que sirva como advertencia clara de que es mejor no seguir por esa vía. Por ejemplo: hoy robas un artículo de 20 euros en un supermercado y no te sucede nada. Ello puede dar lugar a que el ladronzuelo se vaya animando a audacias mayores. Por eso, en este punto inicial, algo de desproporción en el castigo puede ser muy práctica: por ejemplo, dos días en la cárcel (que no le va a pasar nada pero le va a impactar lo suficiente como para no repetir jamás) o una multa contundente.

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  2. También me parece muy interesante. Basta con observar, por ejemplo, las aulas de la Universidad: cuando los bancos están rotos y sucios los estudiantes los destrozan cada día más y, cuando están limpios y en buen estado, tienden a conservarse en ese mismo estado.

    Y con las relaciones humanas sucede lo mismo: si una persona un día te trata de mala manera y se lo consientes o si abusa de tu buena voluntad, de forma casi irremediable, cada vez te tratará peoro abusará más de ti. De hecho, es uno de los motivos por los que muchas personas confunden respeto y miedo.

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  3. ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Phillip K. Dick.
    He de reconocer que la literatura de ciencia ficción no me va mucho, pero, en este caso estoy también de acuerdo con la moraleja que saca usted de esta lectura.

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  4. Muy bien, Teutates! Se trata del conocido Blade Runner (¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?).

    Yo reconozco que antes no leía demasiada ciencia ficción, pero desde hace unos años me he aficionado a ella. He descubierto que a través de mundos inventados, reflejan muchas veces la realidad que nos rodea...

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